El sector cementero apuesta por la simbiosis industrial en la economía circular
El término simbiosis industrial resulta clave en el contexto actual, así, según la Estrategia Española sobre Economía circular “España circular 2030”, para el año 2030 se debe reducir en un 30% el consumo nacional de materiales en relación con el PIB y reducir la generación de residuos en un 15%, respecto a lo generado en 2010.
Estrategias intersectoriales de economía circular como la aplicada por el sector cementero, permiten optimizar el aprovechamiento de residuos/recursos infrautilizados. Algo que, en el medio plazo, reduce el volumen de materias primas naturales utilizadas y los costes económicos y ambientales derivados de los procesos de eliminación de residuos.
La industria cementera (OFICEMEN) se relaciona actualmente con 88 sectores económicos, siendo uno de los mayores recicladores de residuos minerales de nuestro país y la industria líder en valorización energética.
Ahorro de recursos naturales.
A través de la simbiosis industrial, la industria cementera hace realidad el concepto de economía circular aprovechando recursos infrautilizados de otros sectores económicos. Mediante estas sinergias entre empresas, se logra mantener los recursos en el ciclo económico más tiempo, se reduce la explotación de materias primas naturales y se minimiza el uso de combustibles fósiles.
La simbiosis industrial ha permitido que las fábricas de cemento en España hayan recuperado material y energéticamente más de 62,7 millones de toneladas de residuos entre 2004 y 2021.
En 2021 (último año con datos disponibles en el estudio) se valorizaron materialmente más de 2,2 millones de toneladas de residuos, procedentes de, al menos, 39 CNAE’s distintos, siendo las cenizas volantes y las escorias para molienda de cemento los residuos más empleados. También se recuperaron energéticamente residuos procedentes de 49 CNAE’s, lo que supuso alrededor de 1,1 millones de toneladas de residuos, siendo los combustibles derivados de residuos (CDR), los neumáticos fuera de uso (NFU) y las harinas animales, los combustibles alternativos más usados.
Ahorro de emisiones de CO2
La recuperación energética permite lograr además unos beneficios ambientales derivados de la reducción de gases de efecto invernadero emitidos. Esta reducción se estima para dos procesos diferentes, por un lado, la valorización energética de combustibles alternativos con contenido de biomasa permite reducir las emisiones de CO2 en el proceso de combustión, dado que la mayoría de los combustibles empleados son total o parcialmente biomasa. En total, la valorización energética de residuos con biomasa ha evitado la emisión de 1.096.543 tCO2 en 2021.
Por otro lado, la valorización material o energética evita que los residuos se gestionen por otras vías de eliminación de mayor impacto, como por ejemplo la deposición en vertedero. Se estima que la valorización de residuos en 2021 evitó la emisión de 816.617 toneladas de CO2 eq.
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