G20 Empower: Tres importantes acciones de medición para acelerar el progreso de la mujer en el mundo
G20 EMPOWER dará a conocer sus recomendaciones finales a los Jefes de Estado del G20 en los próximos meses.
A nivel mundial, las mujeres continúan enfrentándose a un conjunto de barreras de tipo social, legal e institucional en lo que respecta al empoderamiento y el avance económico: la doble carga de trabajo y las responsabilidades domésticas; estereotipos de género en el lugar de trabajo; los sectores en los que tienen presencia; falta de modelos femeninos a seguir; y la falta de oportunidades para trabajar en red (1). Una de las formas más efectivas para eliminar estas limitaciones es motivando el cambio en los puestos de liderazgo, y la Alianza EMPOWER del G20, que reúne a líderes del sector privado y contrapartes gubernamentales para defender y promulgar conjuntamente el avance de las mujeres en puestos de liderazgo en el sector privado, está trabajando para implementar este cambio asegurando que las mujeres tengan igual acceso a la financiación, al capital, al desarrollo y a la capacitación de habilidades, liderazgo y oportunidades de mercado necesarias.
La infrarrepresentación de las mujeres en el liderazgo limita la presencia de voces femeninas en los procesos de toma de decisiones y priva a las niñas y mujeres jóvenes de sólidos modelos a seguir. Si bien no es la única causa, la escasa representación de las mujeres en el liderazgo también contribuye a desigualdades conexas, como la brecha salarial entre hombres y mujeres y las diferencias de género en la riqueza y la seguridad económica. Abordar las desigualdades de género en el liderazgo puede ayudar a abordar las desigualdades de género en otros lugares (1), ya que se ha constatado que las empresas diversas e inclusivas suelen tomar mejores decisiones y más audaces. Además, como explicó McKinsey durante el 1er Plenario de G20 EMPOWER, si todos los países igualaran al mejor país de su región en el progreso hacia la paridad de género, se podrían agregar 12 billones de dólares al PIB mundial en 2025.
Por ello, los líderes empresariales del G20 y los países invitados, trabajando mano a mano con los gobiernos como parte de la alianza G20 EMPOWER, han decidido, bajo la Presidencia italiana de 2021, acelerar este frente adoptando posiciones ambiciosas en el ámbito de la medición. G20 EMPOWER dará a conocer sus recomendaciones finales a los Jefes de Estado del G20 en los próximos meses; pero su comunidad de líderes empresariales en 28 países ya están tomando medidas para avanzar en la medición, sin las cuales las desigualdades de género en la representación económica de las mujeres y en los puestos de liderazgo no se podrían rastrear ni abordar. A continuación, se destacan tres acciones de medición importantes que el sector privado puede abarcar para acelerar el avance de la mujer a nivel mundial
- Establecimiento y seguimiento de métricas claras: es fundamental establecer y realizar un seguimiento de métricas claras como base de cualquier debate sobre las mujeres en puestos de liderazgo. Las empresas deben establecer objetivos de diversidad claros y cuantificables, medir su progreso a lo largo del tiempo e implementar el uso de KPI para analizar resultados. Las empresas pueden utilizar estas medidas para perfeccionar su enfoque, basándose en los éxitos y reconsiderar las iniciativas que no conducen a resultados cuantificables.
- Medir la Implementación de Programas para la diversidad y de Igualdad de Género: La importancia de medir proviene del hecho de que existen muchos programas para abordar las desigualdades de género, pero dado que su implementación y resultados no se miden, no son tan efectivos como deberían ser. Las empresas no deben simplemente lanzar programas a la espera de resultados. En cambio, necesitan centrar el enfoque en la implementación, tal y como lo harían con cualquier otra prioridad empresarial. Concretamente, el éxito de cada una de estas iniciativas requiere el compromiso de sus líderes, un enfoque personalizado que se base en las necesidades únicas de la organización y métricas para medir el progreso.
- Expansión de la medición: La medición podría extenderse más allá del indicador habitual de mujeres en los consejos de administración y abarcar áreas adicionales como pueden ser los puestos directivos, la participación en promociones e inclusión de la fuerza laboral o el avance de las mujeres en roles técnicos. Las empresas deben tratar de tener también métricas para medir el pago, la contratación, la retención, el avance y la representación, ya que estas también ayudarán a las organizaciones a evaluar dónde se encuentran hoy y qué aspectos necesitan mejorar (3). Los gobiernos también podrían apoyar tales esfuerzos si incentivan a las empresas a que midan e implementen estos indicadores, apoyándolas para acelerar el avance de las mujeres como líderes empresariales en el sector privado.
Como representante del sector privado para España del G20 EMPOWER, me gustaría destacar los beneficios de la medición. Si bien muchos han logrado avances notables, todavía tenemos que ver avances materiales en el impulso de este objetivo. Mediante la medición, las agendas de diversidad se pueden gestionar de forma proactiva, acomodando objetivos y logrando metas para generar un mayor impulso con sus éxitos.
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