El IPC se desacelera cuatro décimas hasta el 0,7% por la caída de los precios energéticos

En el mes de febrero, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se desacelera cuatro décimas hasta el 0,7%. La inflación se mantiene en niveles muy contenidos, confirmando la ausencia de presiones inflacionistas en la economía española.

En este sentido, la inflación subyacente también se mantiene en tasas muy moderadas, aunque se acelera una décima hasta el 1,1%. Analizando sus componentes, se observa que todos ellos continúan mostrando incrementos muy contenidos. Así, los precios de los servicios aumentan una décima su tasa de variación, hasta el 1,5%, mientras que los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco aumentan cuatro décimas, hasta el 1,3%, y los precios de los bienes industriales sin productos energéticos aumentan una décima hasta el 0,4%.

Los precios de los alimentos sin elaboración disminuyen ocho décimas su tasa de variación y se sitúan en el 2,7%. El pescado fresco y congelado y la carne de ovino son las rúbricas que presenta un mayor descenso de precios en el último mes, aunque también influye en este descenso el menor incremento de los precios de los huevos, leche y legumbres y hortalizas frescas.

Los precios energéticos en el mes de febrero intensifican su ritmo de caída. En concreto, la tasa interanual en este mes de los precios de los productos energéticos ha sido del -3,3%, frente al 0,0% del mes anterior. Ello es debido, especialmente, a la evolución de los precios de la electricidad, el gas y los combustibles líquidos, que muestran descensos significativos.

En febrero el precio del petróleo se redujo un 12,4% con respecto a enero, situándose el crudo Brent en los 56,5 dólares/barril, cuantía inferior en un 12,2% a la de un año atrás. La menor demanda mundial como consecuencia del coronavirus y la incertidumbre sobre su evolución han presionado los precios a la baja, que en parte se han visto contrarrestados por un posible acuerdo dentro de la OPEP+ para reducir nuevamente su producción. Sin embargo, en los primeros días de marzo, esa posibilidad de acuerdo ha desaparecido, y Arabia Saudí ha comenzado a aplicar descuentos en sus ventas internacionales y ha anunciado notables incrementos en su producción a partir de abril. Se ha iniciado una guerra de precios, que junto con la debilidad de la demanda mundial han desplomado los precios del petróleo, con retrocesos que superan el 30%, situándose su cotización alrededor de los 35 dólares/barril.

El Índice de Precios de Consumo Armonizado se situó en el 0,9% en febrero, dos décimas menos que en enero, y el índice promedio de la Unión Económica y Monetaria también disminuyó dos décimas hasta el 1,2%, según recoge el indicador avanzado de Eurostat. Así, el diferencial con la zona euro se mantiene negativo.

De cara a los próximos meses, en línea con la evolución de los precios del petróleo, se espera una significativa moderación de la inflación, cuya intensidad dependerá fundamentalmente de los precios del crudo y de los efectos sobre la actividad económica derivados de la extensión temporal de la crisis del coronavirus.