El dato del PIB del tercer trimestre muestra la moderación del crecimiento de la economía española
Valoración PIB adelantado III trimestre
El dato avance de Contabilidad Nacional Trimestral del tercer trimestre de 2022 muestra una notable moderación del crecimiento de la economía española, con un avance del 0,2% en tasa intertrimestral. En tasa interanual, el ritmo de crecimiento se frena hasta el 3,8%, frente al 6,8% del segundo trimestre.

El encarecimiento de las condiciones de financiación, la alta inflación, los cuellos de botella (aunque se van corrigiendo) y las consecuencias de la crisis energética en Europa no dejan margen para el optimismo en próximos meses, por lo que se anticipa una continuidad en el proceso de desaceleración de la economía española.
El menor dinamismo de la actividad en el tercer trimestre obedece al comportamiento de la demanda externa, sobre todo de las exportaciones.
Dentro de los componentes de la demanda interna, destaca el buen comportamiento del consumo, pese a haber alcanzado máximos de inflación, y la inversión en bienes de equipo.
Otro aspecto reseñable es el aumento de las existencias respecto al trimestre anterior, lo que podría venir explicado por el efecto precaución, al acumular determinados bienes para afrontar las posibles dificultades del suministro de cara al invierno.
Las horas trabajadas muestran un retroceso en el tercer trimestre, con una leve caída, del –0,1%, con respecto al segundo trimestre y continúan estando por debajo de los niveles previos a la crisis (0,9% inferiores al cuarto trimestre de 2019).
Los costes laborales unitarios repuntan en el tercer trimestre, hasta alcanzar una tasa de variación del 0,8%. En comparación con la situación previa a la crisis, los costes laborales unitarios son un 8,8% superiores a los del cuarto trimestre de 2019.
El deflactor del PIB se sitúa en el 3,7%, muy por debajo de las tasas registradas por el IPC que se utilizan como referencia de precios de la economía (se ha publicado el dato de avance del IPC de octubre y ha sido un 7,3%, mostrando cierta moderación en los precios). Esta discrepancia entre ambas variables indica que la mayor parte de la inflación es importada.
El punto más positivo del PIB del tercer trimestre es el mantenimiento del ritmo de avance del consumo privado (1,1% en tasa trimestral), a pesar de la inflación tan alta registrada este trimestre.
La inversión, medida a través de la FBCF, se desacelera significativamente, debido al deterioro de su componente de construcción, que retrocede un –0,1% intertrimestral, mientras que la inversión en bienes de equipo registra un avance positivo gracias al mejor comportamiento de los bienes de equipo.
Dentro del análisis por sectores, se observa una moderación generalizada. El mayor avance en términos intertrimestrales se registra en la industria manufacturera (0,8% intertrimestral), seguido de las ramas de servicios (0,7% intertrimestral), fundamentalmente en aquellos sectores que sufrieron un mayor deterioro durante la crisis, como actividades artísticas, recreativas y otros servicios (7,6% intertrimestral).
Las horas trabajadas muestran un retroceso en el tercer trimestre, con una leve caída, del –0,1%, con respecto al segundo trimestre, tras el crecimiento positivo del 1,1% registrado en el segundo. Además, las horas trabajadas continúan estando por debajo de los niveles previos a la crisis, en concreto, son un 0,9% inferiores al cuarto trimestre de 2019. En cambio, sorprende el aumento de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un 1,0% trimestral, debido al efecto estadístico de la disminución de la jornada media realizada. Esta cifra contrasta con el descenso del -0,1% que registró la ocupación desestacionalizada en términos EPA en el tercer trimestre, cuyos resultados fueron publicados ayer por el INE.
La remuneración por asalariado desacelera levemente su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre, hasta situarse en el 1,7% interanual. En cambio, los costes laborales unitarios repuntan en este periodo, hasta alcanzar una tasa de variación del 0,8%. En comparación con la situación previa a la crisis, los costes laborales unitarios son un 8,8% superiores a los del cuarto trimestre de 2019. Hay que señalar que este aumento de costes para las empresas resulta inoportuno en un contexto como el actual, de mayores incertidumbres que hace unos meses y de encarecimiento de los inputs necesarios para su actividad.
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