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Fecha
Economía
11 Dic 2020

CEOE estima una tasa media del IPC del -0,3% en 2020

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En el mes de noviembre, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) se mantiene en el -0,8%, acumulando ocho meses en negativo. La inflación mantiene un ritmo de caída notable, debido al descenso de los precios de los productos energéticos y la desaceleración de la subyacente.

 

La inflación subyacente continúa su senda de desaceleración y se sitúa en el 0,2%, una décima menos que el mes anterior. Analizando sus componentes, se observa que se mantienen en tasas muy reducidas o prácticamente nulas. Así, los precios de los servicios mantienen su variación en el 0,1%, los precios de los bienes industriales sin productos energéticos mantienen su tasa de variación en el 0,0%, y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco disminuyen dos décimas su variación interanual hasta el 0,8%.

 

Los precios de los alimentos sin elaboración también muestran un crecimiento más moderado, reduciendo su tasa de variación en más de dos puntos porcentuales hasta el 2,0%, si bien continúan configurándose como el componente más inflacionista de la cesta, concentrándose los aumentos más intensos en las rúbricas de frescas, carne de ovino y legumbres y hortalizas.

 

Los precios energéticos en el mes de noviembre disminuyen ligeramente su ritmo de caída. En concreto, la tasa interanual en este mes de los precios de los productos energéticos ha sido del -9,5%, frente al -11,1% del mes anterior y se prevé que esta tendencia de minoración de la caída continúe los próximos meses debido al aumento de los precios del petróleo. En este sentido, el precio del petróleo Brent, tras el acuerdo alcanzado por la OPEP+ recientemente, que supone un recorte adicional de la oferta de crudo con respecto al acuerdo alcanzado la pasada primavera, se ha situado cerca de los 50 dólares/barril y se espera que continúe en esos niveles.

 

En el mes de diciembre, de mantenerse en ese precio, la caída en términos interanuales todavía sería del -27,6%, con lo que la energía seguirá presionando la inflación a la baja, aunque con menor intensidad que en los meses previos.

 

El Índice de Precios de Consumo Armonizado aumentó una décima en noviembre, hasta el -0‑,8%, y el índice promedio de la Unión Económica y Monetaria se mantuvo en el ‑0,3%, según recoge el indicador avanzado de Eurostat. Así, el diferencial negativo con la zona euro se sitúa en cinco décimas y se prolonga ya por dos años.

 

De cara a los próximos meses, la inflación disminuirá su caída y retornará a tasas positivas en los primeros meses de 2021, si bien estará condicionada por el comportamiento de los precios del petróleo y la caída de la demanda de algunos bienes y servicios derivada de la crisis del coronavirus. En el conjunto del año 2020 la tasa media del IPC será ligeramente negativa (-0,3%) y en 2021 se espera un crecimiento en torno al 1,0%.

 

En este contexto de debilidad de la demanda, los precios finales continúan cayendo al mismo tiempo que las empresas deben seguir asumiendo incrementos de costes de producción, por lo que sus márgenes se están reduciendo intensamente.

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