CEOE espera que continúe la caída de precios de la energía y la desaceleración del coste de los bienes industriales y alimentos elaborados
En el mes de mayo, la inflación general desciende nueve décimas, hasta el 3,2%, y la subyacente continúa su senda de desaceleración, situándose en el 6,1%, cinco décimas menos que en abril.

Se observa una caída adicional de los precios de los productos energéticos y una desaceleración de los precios de los bienes industriales y de los alimentos elaborados, tendencias que se espera que continúen los próximos meses.
Las previsiones apuntan a que la inflación seguirá moderándose los próximos meses, aunque podría haber algún repunte puntual en la segunda parte del año. Con ello, se espera que en 2023 la tasa media de inflación sea mucho más baja que en 2022.
En este contexto de desaceleración de la inflación, cobra especial relevancia el acuerdo alcanzado por los agentes sociales para la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que establece un marco para la determinación de los incrementos salariales durante el periodo 2023-2025 que genera confianza y contribuye a evitar una espiral inflacionista.
En términos de comparación con Europa, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) en mayo alcanzó una tasa del 2,9%, mientras que en la Unión Monetaria esta tasa se situó en el 6,1%, con lo que el diferencial negativo se mantiene en 3,2 puntos porcentuales, con una menor inflación en España.
Por sectores
Entrando en un análisis más desagregado de la inflación, dentro del componente subyacente, los precios de los servicios disminuyen su ritmo interanual en una décima, hasta el 4,2%; los precios de los bienes industriales sin productos energéticos minoran su tasa de variación en seis décimas, hasta el 4,2%; y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco desaceleran su tasa interanual en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 12,9%.
Los precios de los alimentos sin elaboración prácticamente mantienen su tasa de variación, tras la notable desaceleración registrada en abril, y se sitúan en el 8,9%. Todavía muchas rúbricas de alimentos registran tasas superiores al 10%, por lo que este componente continúa siendo el más inflacionista de la cesta.
Los precios de los productos energéticos intensificaron su ritmo de caída de precios hasta el -19,6% en tasa interanual, frente al -15,6% del mes anterior, debido al mayor retroceso del precio de las materias primas energéticas este mes. Aunque se prevé que durante lo que resta de año los precios de los productos energéticos muestren caídas significativas, éstas se verán ligeramente matizadas por la retirada del descuento de 20 céntimos por litro de carburante aprobado por el Gobierno en su momento en la comparación con 2022.
En mayo el precio del crudo Brent volvió a retomar la senda bajista, situándose el precio medio en 77,1 dólares/barril, un 32,4% menos que un año atrás. En euros, el descenso fue del 34,1%. En los primeros días de junio, el precio medio continúa en unos niveles similares (76,3 dólares/barril) que, de mantenerse, supondría una bajada interanual del precio del 40% en dólares y de casi el 42% en euros.
La incertidumbre ante la fortaleza de la demanda en China y el riesgo de recesión en Estados Unidos están manteniendo los precios sensiblemente por debajo de los registrados hace un año, por lo que la energía seguirá contribuyendo a la moderación de la inflación en los próximos meses.
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Dicha tendencia podría verse alterada a partir del mes de julio debido al impacto de los cambios en el IVA de la electricidad y la evolución del precio de las materias primas en los mercados internacionales.
CEOE ha detectado una pérdida de impulso en las horas trabajadas en el primer trimestre del año, tanto en términos trimestrales como interanuales, tras publicarse este martes el dato de avance de Contabilidad Nacional Trimestral. Así, en los tres primeros meses del año las horas trabajadas descendieron cuatro décimas respecto al último trimestre de 2024.
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