Los servicios intensivos en conocimiento ya suponen un 36% del empleo total en España
Los llamados servicios intensivos en conocimiento -que se refieren a actividades como consultoría, ingeniería, asesoramiento legal, etc.- han adquirido cada vez más relevancia en las empresas, explica un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Este tipo de servicios generan un empleo de alto valor añadido y contribuyen a un aumento de la productividad y la competitividad de una economía. En el conjunto de países de la UE-28, un 40% del empleo total corresponde, en promedio, a este tipo de servicios intensivos en conocimiento en el año 2017.
Suecia ocupa el primer lugar con más del 53%, figurando a continuación el Reino Unido y Bélgica con cifras en torno al 49%. Dinamarca se sitúa por encima del 47%, mientras que Francia y Finlandia alcanzan el 46%. Los Países Bajos, Irlanda y Alemania también superan la media de la Unión Europea.
España figura en el puesto 16 de la clasificación europea, con un 35,9% del empleo total en servicios intensivos en conocimiento. Todavía estamos por debajo del promedio de la UE-28, pero hemos logrado avanzar desde el 30,9% registrado en 2008. Por debajo de nosotros se sitúan Portugal e Italia, junto a una serie de países de reciente adhesión. Rumanía cerra la clasificación con un 22,8%.
Actualidad relacionada
En un contexto geopolítico incierto e interno insólito, las empresas españolas manifiestan claramente su compromiso con el empleo que se traduce en un ritmo de crecimiento de la afiliación tasado en 76.720 personas y un descenso del desempleo en 48.920.
Son las grandes empresas las principales impulsoras de la creación de empleo. Advierte, además, de que la caída de la afiliación en el campo y el servicio del hogar por las sucesivas subidas del SMI podría agravarse con la reducción de jornada.
CEOE y CEPYME queremos alzar de nuevo la voz en contra de la aprobación del proyecto de Ley para la reducción de jornada laboral hasta las 37,5 horas a la semana, por los graves perjuicios que va a ocasionar al tejido empresarial y, en consecuencia, a la economía y el empleo.
Advierte de que la reducción de la jornada laboral será una vuelta de tuerca más en costes y dificultades normativas para la gran mayoría de empresas y sectores.