Mónaco y España buscan dinamizar sus relaciones económicas

Con una superficie de algo más de 2 km cuadrados, el Principado de Mónaco es el segundo estado más pequeño del mundo, solo por detrás del Vaticano. Localizado en el litoral mediterráneo de la Costa Azul, su población residente apenas supera los 38.300 habitantes, pero su nivel económico es muy elevado. Mónaco mantiene con Francia vínculos muy estrechos a todos los niveles. Su forma de organización política es la monarquía constitucional, representada por S.A.S. Alberto II, Príncipe Soberano de Mónaco.

España estableció relaciones diplomáticas oficiales con Mónaco en 1876, aunque quedaron interrumpidas en los años 30 del pasado siglo a causa de las guerras española y mundial, que motivaron el cierre de la legación en Madrid hasta su reapertura en 1996.

Los dos países buscan actualmente dinamizar sus relaciones económicas y relanzar los intercambios e inversiones tras la crisis sanitaria.

Economía de Mónaco

La economía monegasca muestra una elevada estabilidad macroeconómica y presupuestaria, y garantiza una gran seguridad jurídica a los inversores. En 2018, según cifras oficiales del Gobierno del Principado, el PIB superó por primera vez los 6 billones de euros, frente a los 5,69 billones de 2017. Mónaco no forma parte de la Unión Europea, pero mantiene una unión aduanera con Francia y utiliza el euro como moneda de uso corriente.

La economía se basa sobre todo en los servicios, entre los que ocupan un papel relevante los servicios financieros y de seguros, así como el sector inmobiliario. Solo tres sectores crean casi la mitad de la riqueza del Principado (el 43,9%): actividades científicas y técnicas y servicios administrativos (17,9%), actividades financieras y de seguros (15,9%) y actividades inmobiliarias (10%).

Entre los servicios destaca también el turismo, centrado en el atractivo del casino de Montecarlo, en los servicios de ocio, la calidad de sus infraestructuras hoteleras y en las instalaciones portuarias deportivas.

Existe una pequeña producción industrial de alto valor añadido en sectores como el farmacéutico, perfumería y belleza, así como una reducida industria de transformación agrícola. La evolución reciente de la industria manufacturera no ha sido muy favorable, registrando en 2018 un descenso del -6,1% de su peso en el PIB, su nivel histórico más bajo.

El empleo se concentra principalmente en tres sectores que superan la mitad del empleo total: actividades científicas, técnicas y administrativas (24,3%), alojamiento y restauración (14,8%) y actividades diversas de servicios (12,8%). Les siguen en porcentaje de ocupación los sectores construcción (9,6%) y servicios financieros (7,1%). El paro en Mónaco es casi inexistente.

Aunque no se considera un paraíso fiscal, Mónaco se ha convertido en un centro de negocios que ofrece servicios bancarios y concede grandes facilidades para la inversión y la constitución de sociedades gracias a un régimen fiscal muy atractivo. De hecho, no existen impuestos directos en el Principado, salvo para las empresas que generan más de la cuarta parte de su negocio en el exterior y las compañías que tienen como negocio la percepción de ingresos por patentes y derechos de propiedad intelectual, que están obligadas a tributar el 33% de sus beneficios.

Mónaco ha firmado acuerdos internacionales en materia de intercambio de información fiscal, de conformidad con los compromisos asumidos en 2009 para respetar las exigencias internacionales sobre transparencia.

La bajada del comercio mundial de bienes en 2020, debida a la crisis sanitaria, ha tenido un fuerte impacto en el comercio exterior del Principado (sin considerar Francia), que ha retrocedido más del 38%, alcanzando el nivel de 2016. Las compras exteriores han disminuido un -46% y las ventas un -22%. Las transacciones con la UE han caído un -38% y un -39% con el resto del mundo. Italia, después de Francia, es el principal socio comercial de Mónaco.

Los bienes relacionados con la fabricación de material de transporte son las importaciones más destacadas de Mónaco. En 2020, supusieron el 17,5% de las compras del Principado. Por su parte, casi el 20% de las exportaciones se inscribieron en el capítulo industrias manufactureras diversas.

Comercio bilateral con España

Según datos oficiales del Gobierno monegasco, España fue en 2020 el sexto cliente del Principado (excepto Francia), con un volumen de 49,7 millones de euros y un peso del 5,4% sobre el monto de todas las exportaciones. 

Entre los países proveedores, España ocupó la novena posición, con un volumen de 32 millones de euros, cifra que supuso el 2,3% de las importaciones recibidas por Mónaco el pasado año. El saldo comercial positivo con España (17,7 millones de euros) fue el cuarto más favorable.

Entre los países clientes de la Unión Europea, España ocupó en 2020 el cuarto lugar, con un volumen equivalente al 9,2% de todas las ventas exteriores a países comunitarios. Entre los proveedores de la UE, España también figuró en cuarta posición, con el 4,1% de las compras exteriores de Mónaco procedentes de Europa.

Mónaco favorece la actividad económica mediante una legislación clara y simple que facilita los negocios, y su unión aduanera con Francia permite establecer intercambios comerciales sin aranceles con el resto de los países comunitarios.

Existen oportunidades para invertir en el sector turístico y también en el náutico e infraestructuras relacionadas. Otros sectores interesantes son el farmacéutico, inmobiliario y el de perfumería y productos de belleza, lujo y diseño. Hay que tener en cuenta que el nivel económico de la población es elevado, lo que genera buenas expectativas para este tipo de productos.