Malta: economía y oportunidades de negocio para la empresa española

Aunque Malta es un estado muy reducido en tamaño, su posición estratégica en mitad del Mediterráneo y su alto grado de apertura comercial favorecen la inversión extranjera, hasta el punto de constituir uno de los pilares de su economía, junto a un sector turístico con mucho peso y unos servicios financieros que cada vez están cobrando mayor protagonismo.

A nivel laboral, Malta mantiene una tasa de desempleo baja propiciada por un crecimiento económico constante y por las políticas públicas que promueven la ocupación y la formación continua de la población activa. La tasa de desempleo en 2022 fue del 2,9%. Respecto a las finanzas públicas, los datos de 2022 muestran una disminución de la relación entre el PIB y la deuda equivalente al 53,4% del PIB.

Con un entorno empresarial muy favorable a la inversión extranjera y a la creación de empresas, el tratamiento fiscal a las compañías foráneas que invierten en el país es bastante favorable. La estabilidad económica, política y social, así como su ubicación geográfica, la existencia de puertos naturales y de una mano de obra cualificada, bilingüe y con un coste inferior al de la media europea, los incentivos fiscales y crediticios son factores que favorecen la atracción de capital extranjero. La posición estratégica de Malta ha propiciado también el desarrollo de un importante centro logístico para el transporte marítimo.

El gobierno de Malta se ha marcado como objetivo económico garantizar un crecimiento sostenible y equilibrar las finanzas públicas. Además, ha asumido el reto de mejorar la gobernanza y la calidad de vida de sus ciudadanos, así como incrementar la inversión en educación, en el desarrollo de infraestructuras y en alcanzar la neutralidad en carbono para el año 2050. Para lograr estos objetivos, Malta cuenta con la ayuda de los fondos europeos del Plan de Recuperación y Resiliencia, que en total ascienden a unos 316 millones de euros.

Estructura de la economía maltesa

La limitada extensión de este país insular, con un superficie cultivable muy reducida y escasos recursos hídricos, obliga a obtener gran parte de productos agrícolas que necesita del exterior. Por ello, el sector primario supone una mínima parte de la estructura económica de Malta. Las actividades agrarias y pesqueras apenas representan el 0,4% del PIB y el 1,5% del empleo. La cantería de piedra caliza para la construcción es la actividad extractiva más relevante.

El sector industrial estuvo muy vinculado en principio al transporte marítimo, pero en las últimas décadas la industria se ha ido concentrando en áreas más productivas, como la electrónica, el sector alimentario y de bebidas o las industrias textil y química. La contribución de la industria al PIB maltés es aproximadamente del 9,9% y, junto con la construcción, concentra cerca del 18% de la población activa.

El tejido empresarial de Malta se caracteriza por disponer de unas 400 empresas grandes y medianas, muy orientadas a la exportación y la mayoría de capital extranjero, y una red de pequeñas empresas centradas en el mercado local.

Los servicios conforman el sector con más peso de la estructura económica maltesa y con mayores expectativas de crecimiento. Representa cerca del 85,2% del PIB y emplea al 81,2% de la población activa. Entre los servicios más relevantes figuran los financieros y de inversión, incluso los impulsados por nuevas tecnologías digitales, como los servicios "Fintech" o los basados en "blockchain" y criptomonedas, así como los seguros. Entre todos ellos acaparan el 9,1% del PIB y el 5,9% del empleo. Otros servicios destacados son el desarrollo de software, los servicios de reparación de embarcaciones y aeronaves, los vinculados a la logística, los servicios profesionales y el comercio minorista.

Dentro de las actividades de servicios, el turismo ocupa también un puesto muy relevante. Malta es un destino turístico muy atractivo por patrimonio histórico y sus playas, y es parada habitual de cruceros, además de centro de congresos internacionales de aprendizaje de idiomas.

Relaciones comerciales bilaterales

Las relaciones comerciales bilaterales están muy condicionadas por las reducidas dimensiones del mercado maltés, generando un saldo comercial favorable a España. A pesar de ello, los intercambios se han ido intensificando a lo largo del tiempo desde la entrada de Malta en la UE. Según datos de ICEX, en 2022 más de 1.290 empresas españolas exportaron de forma regular a Malta, y al menos 21 de nuestras compañías están instaladas allí.

España fue en 2022 el séptimo cliente de Malta y el cuarto proveedor. El valor de las exportaciones españolas hacia este país en los últimos años ha evolucionado desde los 392,8 millones de euros registrados en 2020 y los 335,7 millones de 2021, hasta los 512,8 millones totalizados en 2022. Entre enero y octubre de 2023 el valor registrado alcanzó la cifra de 537,4 millones de euros, un incremento interanual del 40,9%. Por su parte, las importaciones en dichos años alcanzaron en 2020 valores de 86,0 millones y de 77,5 y 129,9 millones en 2021 y 2022 respectivamente. En el período de enero a octubre de 2023 el valor de las ventas maltesas a España fue de 176,8 millones de euros, un aumento interanual del 86,4%.

Las importaciones maltesas procedentes de España registraron un volumen total de 406,2 millones de euros entre enero y octubre de 2023, mientras que las exportaciones de Malta hacia el mercado español arrojaron para el mismo período un valor de 40,9 millones euros, según fuentes estadísticas del Gobierno maltés.

Los principales sectores de la exportación española con destino al mercado maltés son combustibles, con un 31% de las ventas, embarcaciones (10,9%), automóviles (5,9%), pavimentos y revestimientos cerámicos (4%), moda (3,5%), químico orgánica (3,1%), maquinaria de transporte (2,3%) y partes de motocicletas y bicicletas (1,8%). En cuanto a los sectores de la importación procedente de Malta, destacan los combustibles (54,6%), farmaquímico (9,5%), material eléctrico (5,4%), juguetes (4,8%), auxiliar de automoción (4,4%), químico (2,8%), materias primas plásticas (2,8%) e instrumental médico y quirúrgico (2,1%).

En el capítulo de inversiones, en 2021 el stock registrado por parte española alcanzó la cifra de 1.227,3 millones de euros. Los sectores financiero, servicios de alojamiento, seguros y servicios de comidas y bebidas concentraron gran parte de las inversiones. Por la parte maltesa, el stock fue de 68,8 millones de euros, siendo los principales sectores receptores el inmobiliario, venta y reparación de vehículos, servicios de alojamiento, comercio al por mayor y construcción.

Oportunidades de negocio en Malta

La economía maltesa se caracteriza por tener un grado de apertura especialmente elevado. Su sistema fiscal es un factor importante para la atracción de inversiones. Está en total conformidad con la legislación de la UE y respaldado por más de 70 acuerdos de doble imposición. Permite una baja imposición que puede llegar al 8% para cualquier operación con ganancias de capital en Malta. El impuesto de sociedades tributa al 35% y el IVA general es del 18%. La legislación maltesa exige para constituir una sociedad un capital mínimo de 1.200 euros.

El sistema de tributación maltés facilita notables exenciones, bajas tasas y tipos impositivos para evitar la doble imposición a partir de tratados a las empresas extranjeras que invierten en el país. Las dedicadas a actividades marítimas, I+D, producción cinematográfica o al comercio internacional pueden beneficiarse de un régimen fiscal especial, con tipos de gravamen reducidos.

Entre los sectores que más oportunidades de negocio ofrecen a las empresas extranjeras cabe mencionar el turismo, uno de los pilares de la economía maltesa, además de las tecnologías de la información y la comunicación, los juegos online (Malta es referencia internacional en este sector) y los servicios financieros, actividad en plena expansión en la que se pretende mejorar su marco competitivo, el desarrollo de software, el comercio electrónico y los servicios internacionales de atención de llamadas ("call centers"). Asimismo, hay campo abierto para el establecimiento en Malta de centros operativos de investigación, inteligencia, ciberseguridad y datos en el sector TIC.

Los productos farmacéuticos son también un sector interesante. En este ámbito, el Gobierno maltés está impulsando la investigación. El agroalimentario, favorecido por una creciente demanda de productos procedentes de nuestro país, es otro sector de oportunidad al que habría que sumar el de infraestructuras relacionadas con el medio ambiente y la movilidad eléctrica. A este respecto, está en marcha un proyecto para aumentar significativamente la instalación de estaciones de carga.

En sectores como la aeronáutica, el material de transporte o el de medicamentos existe aún amplio potencial para la exportación. Por otro lado, los fondos europeos abren posibilidades a la inversión extranjera para colaborar en proyectos promovidos para desarrollar las energías alternativas (energías solar y eólica) o para impulsar la eficiencia energética de edificios públicos y viviendas, para instalaciones portuarias, transporte marítimo y logística, y para mejorar los servicios públicos digitales y la gestión del agua.

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