Los secretarios generales de CEIB y FIJE inauguran el Congreso Iberoamericano de Empresas Familiares y Pymes

El secretario permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y director general de CEOE Internacional y el secretario general de la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE), Antonio Magraner, inauguraron el Congreso Iberoamericano de Empresas Familiares y Pymes, en el que, de manera virtual, desde Málaga, se dan cita representantes de más de 500 empresas y asociaciones empresariales de América Latina, España y Portugal, en un evento que tiene vocación de continuidad. El principal objetivo de las jornadas (27 y 28 de enero) es tratar de dar respuesta a los retos y desafíos a los que tiene que hacer frente el tejido empresarial y económico tras la irrupción del Covid-19. En este contexto, se ha generado la necesidad de poner en marcha estrategias y alianzas en ámbitos como la sostenibilidad, la digitalización y la internacionalización, entre otras cuestiones.

El Congreso se estructura en seis paneles temáticos, en los que participan cerca de 50 ponentes de América Latina, España y Portugal, que van a intercambiar experiencias y puntos de vista a través de diversas salas virtuales y rondas de negocios, así como talleres orientados hacia la transformación digital y el liderazgo empresarial. El evento sirve, además, como un espacio de buenas prácticas y de diálogo entre empresas familiares y pequeñas y medianas empresas de referencia en diferentes campos y sectores productivos, que conecta el ecosistema de pyme de América Latina y de España.

Los secretarios generales de CEIB y de FIJE, Narciso Casado y Antonio Magraner, coincidieron en subrayar la importancia de las alianzas público-privadas de cara a la recuperación económica, así como las prioridades para la región iberoamericana, que deberían centrarse en ámbitos potenciales de futuro y de presente, como son la innovación; digitalización; sostenibilidad; apoyo al tejido productivo, especialmente las pymes; y la necesidad de promover la internacionalización y las inversiones, como motor para el crecimiento económico.

De hecho, insistieron, éstas son algunas de las líneas de trabajo que se han venido reforzando desde el comienzo de la pandemia, gracias a la intensa actividad llevada a cabo conjuntamente por ambas organizaciones, en estrecha colaboración con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). “Y no es casualidad que, en este equipo iberoamericano, y en todas las iniciativas, estemos compartiendo trabajo con los jóvenes empresarios, grandes aliados por el trabajo que desempeñan en la Región, los miembros de la federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios, FIJE”, destacó Casado.

Digitalización y sostenibilidad para construir más Iberoamérica

El secretario permanente de CEIB destacó que este espacio de diálogo y de debate, viene a reforzar la idea de que el mejor antídoto contra la crisis es la información, la comunicación y la interacción, ya que permite compartir puntos de vista e intercambiar experiencias en esta nueva era post-Covid. “Nos enfrentamos a un nuevo orden en el que las empresas van a tener un papel decisivo, especialmente las pymes, que representan un 99% del tejido productivo de Iberoamérica, aportan el 30% del PIB y generan el 67% de los empleos en la Región”, indicó. En este sentido, Casado aseguró que nos encontramos ante un gran cambio laboral y social en el que las empresas van a ser más protagonistas que nunca.

Para analizar en profundidad esta cuestión, el secretario permanente de CEIB, mencionó dos conceptos clave: Estrategia y Excelencia, que empiezan por “E” de “Empresa” y que están relacionadas con otras como Estado, indispensable y garante de Estabilidad, de igualdad de oportunidades, de derechos y libertades, de justicia, de progreso y de futuro; y que implica lealtad institucional de todos y cada uno de nosotros en su defensa permanente. Mencionó también la Equidad, un valor que implica justicia, igualdad de recursos, social, de género, en la educación, en el derecho, y que entraña moderación. Y no hay mayor garantía de esto, subrayó, que haciendo posible el Empleo. Casado apostó también por la Eficiencia, o lo que es lo mismo, lograr las metas optimizando los recursos; la Eficacia, para alcanzar las metas establecidas, y Efectividad, que es la mezcla perfecta de ambas. En esta línea, añadió otros conceptos como Evaluación, Educación, Espíritu, Estabilidad, Equipo y Empleo, a lo que se debería prestar especial atención en la era post-Covid, declaró. Hizo además hincapié en otra “E”, la de Estructura (o infraestructura) que tenemos que cuidar y potenciar, la humana, aquella que se orienta hacia las personas, los ciudadanos y muy especialmente hacia nuestros jóvenes, que son el futuro de Iberoamérica.

El secretario permanente de CEIB hizo hincapié en otros retos y desafíos que se presentan para la región iberoamericana, tales como fomentar la digitalización y la innovación, impulsar las infraestructuras y los proyectos que han quedado paralizados, potenciar el sector turístico, y ayudar a colectivos vulnerables, entre los que hay que contemplar a los informales y a las Mipymes, que deben ser, sin ninguna duda, las prioridades para los gobiernos en esta nueva realidad. Y, para ello, consideró, es necesario seguir promoviendo las buenas prácticas empresariales y fomentar el desarrollo de la sostenibilidad, además de seguir apostando por facilitar el acceso a la formación y mejorar las condiciones de la educación. En su opinión, esto no será posible sin un apoyo constante a la capacitación y a la digitalización. De hecho, este último concepto, es un proceso que se ha acelerado exponencialmente durante estos meses y ha servido para favorecer e impulsar la integración regional, el comercio intrarregional y las cadenas de valor.

“Necesitamos grandes dosis de pedagogía empresarial, tomar siempre decisiones consensuadas y a tiempo, liderazgos claros, movilidad, talento, y medidas firmes que permitan atajar la desigualdad de género, generacional, territorial y de acceso a las nuevas tecnologías”, sentenció Casado. Y mucha solidaridad, añadió, de lo que han dado buen ejemplo las empresas y las organizaciones empresariales de la Región desde el primer momento.  Los empresarios iberoamericanos, manifestó, deberían hacer también un esfuerzo por recuperar la confianza para atraer y retener inversiones, pues son éstas las que generan empleo. Entre las herramientas disponibles para impulsarlas, informó, es fundamental apostar por la seguridad jurídica, el multilateralismo, así como promover el diálogo social. Junto a ello, las sociedades deben dotarse también de un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios de las economías, y desterrar las trabas burocráticas.

Rumbo a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno

El secretario permanente de CEIB aseguró que “nos encontramos ante una crisis coyuntural que no podemos dejar que se convierta en estructural. Y, reformar por reformar no es la solución; por ello es importante conservar las reformas y medidas que han generado crecimiento económico e influido positivamente en el bienestar, y mejorarlas si es posible”. Se debe tener, además, una visión de medio y largo plazo para llevar a cabo las inversiones necesarias que demanda la Región. Resiliencia y sostenibilidad, , así como la inversión en la energía social de los países y en las energías verdes son, a su modo de ver, las calves para el futuro en la Región. En este sentido, consideró que las empresas y organizaciones empresariales deben hacer un gran esfuerzo por adoptar la Agenda 2030 como un manual eficaz para incorporar los 17 Objetivos de Desarrollo sostenible en su ADN. Pero insistió en que, sin empresas, estos objetivos se pueden quedar en simples quimeras.

La innovación y la digitalización del tejido productivo, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas y de la Administración pública, explicó, también deberían ser claras prioridades para la Región; así como mantener una estabilidad presupuestaria, que permita disponer del gasto público necesario en el corto plazo para superar esta situación.  Pero no basta, puntualizó, con adoptar medidas económicas y fiscales acertadas, pues es importante también garantizar la igualdad de oportunidades y el crecimiento inclusivo a través de la formación y la educación. “Nuestra prioridad deben ser las personas y el empleo, siendo ambos la mejor fórmula de inclusión social. Es importante que, en este proceso de recuperación, no dejemos a nadie atrás”, declaró.

Antes de terminar, Casado hizo mención a la Confederación de Empresarios de Málaga y a su presidente, también presidente de la Confederación Empresarial de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, y trasladó el ofrecimiento de colaboración a un evento de esta trascendencia en futuras ediciones. A modo de reflexión, el secretario permanente de CEIB lanzó una serie de palabras que empiezan por “D”, y que hacen referencia a la transformación digital. Las llamó las 10 “Des” y son: Desarrollo, clave en la era post-Covid; decisión y determinación, para salir de la crisis y hacer frente a la recuperación; diversificación, tan necesaria en las economías de la Región; deber, esencial para adoptar las medidas adecuadas; datos, muy ligado a la digitalización y esencial en nuestra labor de información; defensa, de nuestros valores y principios para mantener la identidad y el sentido de unidad; y debate y diálogo; dos conceptos que han demostrado ser clave durante la pandemia y sin los que no se puede lograr el desarrollo que requiere la Región. “Seguro que hay muchas más, por ello les invito a ponerlas en práctica para evitar que esta crisis coyuntural se convierta en estructural, y construyamos, entre todos, MÁS IBEROAMÉRICA, un lema acuñado en estos meses de pandemia desde CEIB y que se ha quedado con nosotros”, concluyó Casado.

El secretario general de FIJE, Antonio Magraner, destacó la importancia de este Congreso y abogó por seguir ¡liderando iniciativas privadas de este tipo, tan necesarias en esta etapa post-pandemia. Del mismo modo, apostó por reforzar y potenciar las alianzas público-privadas en esta nueva economía colaborativa, puesto que “el Estado sin empresas no puede funcionar y las empresas sin el Estado tampoco podrían realizar su actividad”. En este sentido, defendió también las nuevas alianzas creadas entre las empresas de todos los tamaños, desde las grandes, hasta las pymes, las familiares y los emprendedores.

“La unión hace la fuerza”, subrayó Magraner, y muestra de ello es la intensa actividad llevada a cabo desde CEIB, SEGIB y FIJE, en aras de reforzar la cooperación en el espacio iberoamericanos, a través de conferencias, foros y seminarios, en los que se han abordado cuestiones como la sostenibilidad, la digitalización o la innovación. Insistió, además, en el esfuerzo que deben seguir realizando las pymes por promover su proceso de internacionalización, y destacó que el 60% o 70% de las que lo hacen tienen como primer y principal destino Iberoamérica. “Somos 700 millones de iberoamericanos, que compartimos una misma lengua, valores y principios, y tenemos que defenderlos para construir, entre todos, una comunidad más cohesionada e inclusiva”.