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Economía
10 Jun 2022

La inflación subyacente de mayo refleja el esfuerzo de las empresas para contener los precios en pleno aumento de costes

En mayo, el IPC se aceleró de nuevo en cuatro décimas hasta el 8,7%. El encarecimiento de los productos energéticos continúa siendo el principal elemento inflacionista, si bien comienzan a observarse aumentos de precios notables en otros componentes, como los alimentos.

La inflación subyacente aumenta cinco décimas, situando su tasa de variación en el 4,9% interanual en mayo, casi 4 puntos por debajo del IPC general, lo que estaría reflejando el esfuerzo del tejido productivo, en una situación todavía muy delicada para muchos sectores, para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicios. No obstante, preocupa la evolución ascendente que viene registrando este componente.

Durante los próximos meses la inflación se verá muy condicionada por la evolución en Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia, que pueden tener repercusiones significativas sobre el precio de algunas materias primas, entre otras, gas, petróleo, cereales o aceites, que a su vez repercuten sobre la composición del precio de otros muchos productos. A esto se unen otros factores que ya estaban impulsando la inflación, como las dificultades de aprovisionamiento o el intenso crecimiento de los precios de algunos bienes intermedios. Todo ello mantendrá elevada la inflación en el corto plazo.

En este contexto, resulta especialmente relevante evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que nos lleven a una espiral inflacionista.

En términos de comparación con Europa, el IPCA en mayo alcanzó una tasa del 8,5%, mientras que en la Unión Monetaria esta tasa se situó en el 8,1%, con lo que se acorta ligeramente el diferencial de los últimos meses.

Dentro del componente subyacente, los precios de los Servicios aumentan su ritmo interanual en una décima hasta el 3,4%; los precios de los bienes industriales sin productos energéticos incrementan en tres décimas su tasa de variación hasta el 3,6%; y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco aceleran su tasa interanual 1,3 puntos hasta el 10,0%, destacando el aumento de aceites y grasas (44,7%). 
Los precios de los alimentos sin elaboración minoran ligeramente su tasa de variación interanual en cuatro décimas hasta el 10,1%. Destaca el incremento de los precios de productos tan básicos como los cereales, el pan, la leche, la carne de ovino, de vacuno o de ave, todos ellos con crecimientos ligeramente por encima del 10%, o de los huevos (25,3%).

Los precios de los productos energéticos moderaron su tasa interanual hasta el 34,2% en mayo, ligeramente por encima de la tasa de abril, debido al aumento del precio de las materias primas energéticas. En mayo el precio del petróleo volvió a retomar las subidas, situándose la media mensual en 114 $/barril, un 8,9% mayor que en abril y con aumentos interanuales del 64% en dólares y del 84% en euros. Las menores restricciones por Covid en China y las tensiones geopolíticas han hecho que en los primeros días de junio el precio continúe aumentando, fluctuando alrededor de los 129 dólares/barril. De mantenerse en estos niveles conllevaría incrementos cercanos al 95% en tasas interanuales en euros, por lo que seguirá presionando la inflación al alza.