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Economía
13 Mayo 2022

El IPC se modera hasta el 8,3% en abril debido al menor incremento de los precios energéticos

La inflación descendió un punto y medio en abril, hasta el 8,3%, aunque continúa en tasas muy elevadas. El encarecimiento de los productos energéticos continúa siendo el principal elemento inflacionista.

Al mismo tiempo, la inflación subyacente aumenta un punto, situando su tasa de variación en el 4,4% interanual en marzo, casi 4 puntos por debajo del IPC general, lo que estaría reflejando el esfuerzo del tejido productivo, en una situación todavía muy delicada para muchos sectores, para no repercutir todo el aumento de costes en sus precios finales de bienes y servicios. No obstante, preocupa la evolución ascendente que viene registrando este componente.

Durante los próximos meses la inflación se verá muy condicionada por la evolución y duración del conflicto entre Rusia y Ucrania y las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea a Rusia, que pueden tener repercusiones significativas sobre el precio de algunas materias primas, entre otras, gas, petróleo, cereales o aceites.

A esto se unen otros factores que ya estaban impulsando la inflación, como los efectos base provocados por la pandemia, las dificultades de aprovisionamiento o el intenso crecimiento de los precios de algunos bienes intermedios. Todo ello, mantendrá elevada la inflación en el corto plazo, si bien ya comienza a observarse una moderación en sus tasas de crecimiento.

En este contexto, resulta especialmente relevante evitar un escenario en el que los aumentos de los precios y salarios se retroalimenten entre sí, para no producir efectos de segunda ronda que nos lleven a una espiral inflacionista.

En términos de comparación con Europa, el IPCA en marzo alcanzó una tasa del 8,3%, mientras que en la Unión Monetaria esta tasa se situó en el 7,5%, lo que supone una pérdida de competitividad relativa que no debiera agravarse con nuevos aumentos sobrevenidos de costes de ningún tipo.