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Economía
14 Mayo 2021

El IPC repunta en abril por el aumento de los precios de la energía influidos por las tensiones en el mercado de petróleo 

•    En abril, el IPC repuntó hasta el 2,2% interanual (1,3% anterior) debido al aumento de los precios de los productos energéticos. Las restricciones de oferta continúan impulsando al alza los precios del petróleo, que registran incrementos muy elevados en términos interanuales, ya que en 2020 sufrieron una notable caída durante los primeros meses de la crisis. 

•    En cambio, la inflación subyacente desciende hasta el 0,0%, lo que refleja la situación de debilidad económica en la que estamos inmersos. Cabe señalar los mínimos históricos del IPC de servicios (-0,4%).

•    A pesar del repunte de abril, la moderación de precios sigue siendo la nota dominante. Si a ello se le añade el aumento de los costes de producción y de los impuestos que deben seguir asumiendo las empresas, la reducción significativa de los márgenes empresariales es un hecho constatado.

•    De cara a los próximos meses, a pesar del comportamiento adverso de los precios de las materias primas y en especial del petróleo, el hecho de que la inflación subyacente siga en niveles muy bajos será un factor moderador de la inflación a medio plazo. 

En abril, la tasa interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) aumenta hasta el 2,2% desde el 1,3% de marzo. Este repunte viene explicado en su totalidad por la subida del componente de energía y, concretamente, de los precios de la electricidad y de los carburantes. 

En cambio, la inflación subyacente disminuye tres décimas hasta el 0,0% interanual. Analizando sus componentes, se observa que se mantienen en tasas muy reducidas. Así, los precios de los servicios retroceden cuatro décimas y se sitúan en terreno negativo (-0,4%), registrando la caída más pronunciada de su serie histórica; los precios de los bienes industriales sin productos energéticos aumentan una décima su tasa de variación hasta el 0,4%; y los alimentos con elaboración, bebidas y tabaco recortan tres décimas su variación interanual hasta el 0,3%. 

Los precios de los alimentos sin elaboración reducen drásticamente su tasa de variación interanual hasta el 0,2% (en marzo el 2,6%), debido fundamentalmente a un efecto base, ya que en abril de 2020 aumentaron un 6,7%. Las mayores subidas respecto al mismo mes de 2020 se concentran en la carne de ovino y aceites y grasas, mientras que los descensos más acusados se registran en carne de porcino, patatas y cereales.   

Los precios energéticos constituyen el componente más inflacionista del IPC, con una tasa interanual del 21,4% (8,4% en marzo). De hecho, la misma tasa para el IPC sin productos energéticos es del 0,1% en abril. Han sido los precios de los carburantes y los de la electricidad los que han acelerado su ritmo de crecimiento, debido al notable repunte del precio del petróleo. En este sentido, en abril, el precio del crudo Brent se situó en 64,4 dólares/barril, y experimentó un aumento del 286% en euros frente al mismo mes de 2020, presionado por las restricciones a la producción que mantienen los países de la OPEP+.
No obstante, hay que señalar que en abril de 2020 el petróleo se situó 15,1 dólares/barril, precios mínimos desde 1999. En lo que llevamos de mayo, el precio oscila alrededor de los dólares/barril, afectado por los problemas derivados de un ataque informático a un oleoducto en Estados Unidos. De mantenerse en estos niveles supondría un aumento del 150% frente a mayo de 2020, y del 128% en euros, aunque también en mayo de 2020 los precios fueron muy bajos, en concreto de 27,8 dólares/barril.  Por todo ello, se espera que, en los próximos meses, el petróleo continúe presionando sensiblemente al alza la inflación, para posteriormente ir amortiguando su influencia sobre el IPC general.  

El Índice de Precios de Consumo Armonizado aceleró su ritmo de crecimiento interanual hasta el 2,0% en abril (1,2% en marzo), mientras que el índice promedio de la Unión Económica y Monetaria repuntó también, pero con menor intensidad, hasta el 1,6%, según recoge el indicador avanzado de Eurostat. Así, por primera vez desde septiembre de 2018 la tasa anual del IPCA de España se sitúa por encima de la de la Unión Monetaria.

De cara a los próximos meses, a pesar del comportamiento adverso de los precios de las materias primas y en especial del petróleo, el hecho de que la inflación subyacente siga en niveles muy bajos, será un factor moderador de la inflación a medio plazo.