Comunicado del Comité Ejecutivo extraordinario de CEOE
El Comité Ejecutivo de CEOE se ha reunido este jueves con carácter extraordinario para analizar los profundos y negativos efectos que las sucesivas decisiones de la administración estadounidense de Donald Trump están provocando en el multilateralismo, en la economía mundial y en el mapa geopolítico, en definitiva.
CEOE es consciente de que las empresas están en el epicentro del terremoto desatado por uno de los factores que explican esta crisis global, la guerra arancelaria, cuyo alcance aún es difícil de prever, en tanto que dependerá de la respuesta que cada uno de los actores ofrezca a EE.UU. , de los movimientos comerciales a escala global que se produzcan y de la volatilidad de las decisiones, como se está viendo en las últimas horas.
Por ello, ante la necesidad de buscar alternativas para retornar a escenarios de certidumbre, libertad comercial y seguridad económica para nuestras empresas, y salvaguardar así nuestra competitividad, la primera cuestión que se ha planteado es la necesidad de actuar desde la unidad, en su concepción más amplio.
Tenemos que ir de la mano en la respuesta a este nuevo contexto, primero actuando como una sola voz en la UE, de la mano de BusinessEurope; pero también a nivel nacional, con altura de miras y contando con el diálogo social como principal herramienta para alcanzar las mejores soluciones.
CEOE está trabajando desde el primer día para que esta respuesta sea también coordinada entre los diferentes sectores económicos, los territorios y, en nuestro papel de interlocutor social, desde la unidad de la sociedad civil.
Por ello, tendemos nuestra mano, una vez más, para propiciar un pacto de Estado y conformar entre todos dicha respuesta, combinando la defensa de nuestros valores europeos y del Estado del Bienestar, pero sin perder una visión realista de la situación.
En este sentido, el Comité Ejecutivo de CEOE ha abordado también el plan de respuesta a los aranceles aprobado por el Consejo de Ministros del pasado martes, y ha señalado que, en una situación como la actual es preciso, llegado el caso, disponer cuanto antes de medidas directas de apoyo a la competitividad y la transformación de las empresas para poder funcionar adecuadamente en el nuevo contexto que se está configurando.
También es importante reforzar el apoyo a la internacionalización de las empresas, así como garantizar su capacidad de competir con éxito frente a terceros países que soportan menores aranceles y menores cargas administrativas y fiscales.
Al mismo tiempo, volvemos a dejar claro que los ajustes de plantilla siempre son la última opción a la hora de amortiguar crisis inesperadas, que, como esta, afectan de forma directa y significativa a la actividad de las empresas.
Pero supeditar a priori la concesión de cualquier ayuda pública al mantenimiento del empleo en una situación como la que estamos viviendo, puede provocar que las empresas opten por no solicitarlas para evitar posteriormente consecuencias más complejas.
Además, supone poner en duda, de forma interesada, la actitud responsable de la inmensa mayoría de las empresas de nuestro país, que han demostrado, crisis tras crisis, su compromiso con el mantenimiento del empleo.
Defensa de la iniciativa privada
Por otro lado, el Comité Ejecutivo de CEOE ha mostrado su preocupación dado que este intento de intervención en la lógica de la actividad económica y empresarial, también se está produciendo por parte del Gobierno, en paralelo, en otros ámbitos medulares de nuestra economía como son la sanidad y la educación, en los que es fundamental la complementariedad entre lo público y lo privado.
Concretamente, el Comité Ejecutivo de CEOE rechaza frontalmente que se trate de poner límites al desarrollo de centros universitarios privados, endureciendo las condiciones para su desarrollo.
Ello supondrá en la práctica, que España prescinda de centros en los que la calidad de la enseñanza, en un momento como este, en el que la necesidad de atraer y mantener el talento es una cuestión estratégica de país.
Además, dada la insuficiente oferta de enseñanza universitaria pública, supone limitar aún más las oportunidades de formación de nuestros jóvenes.
En la misma línea, durante el Comité Ejecutivo se han repasado los frentes abiertos desde la Administración que amenazan con limitar cada vez más la actividad de la sanidad privada.
Estos frentes van desde la amenaza de la supervivencia del Muface tras la renovación del concierto; hasta el Estatuto Marco de Sanidad, que plantea desde un enfoque ideológico que personal sanitario no pueda compaginar trabajos en las sanidad pública y privada; pasando por el anteproyecto de Ley del Medicamento y Productos Sanitarios, que podría ahondar el problema de abastecimiento de medicamentos y amenaza el tejido industrial farmacéutico en España.