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Unión Europea
17 Dic 2025

CEOE pide que el próximo MFP evite un incremento de la presión fiscal para las empresas

  • Preocupan también los recortes en partidas tradicionales, como las políticas agrícola y pesquera comunes, y una posible recentralización de los fondos de cohesión.
  • El nuevo Fondo Europeo de Competitividad, la apuesta por la simplificación en el acceso a los fondos o la atención a la seguridad y la defensa son elementos positivos de la propuesta.

Parlamento europeo

La Junta Directiva de CEOE ha aprobado el documento “Un presupuesto estratégico para reforzar la UE” que recoge el posicionamiento de las empresas españolas sobre el contenido y la estructura del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028 – 2034.  El objetivo es contribuir al debate en favor de una Unión Europea más competitiva, más cohesionada y más resiliente, así como defender el papel que el tejido empresarial español debe desempeñar en este proceso.

Dicho documento reitera la importancia de contar con un MFP sólido y ambicioso que responda a los crecientes retos y necesidades para garantizar estabilidad y confianza para las inversiones, permitir planificar con visión, innovar y contribuir al crecimiento sostenible del continente. A este respecto, CEOE alienta a que el futuro presupuesto sea más eficiente y apueste por canalizar las inversiones hacia aquellos ámbitos de mayor impacto y efecto tractor, con las empresas como piedra angular.

La propuesta de la Comisión Europea para el próximo MFP se presenta en un contexto de profundas tensiones geopolíticas, económicas y presupuestarias, con retos acuciantes como la brecha de competitividad de las empresas europeas, la fragmentación del mercado único o los riesgos a la cohesión territorial.

Elementos positivos y negativos

El documento destaca como elementos positivos de la propuesta inicial de la Comisión la creación del Fondo Europeo de Competitividad; la simplificación del marco normativo, la apuesta por la agilización de procedimientos y la reducción del número de programas; el reconocimiento de la relevancia de la seguridad y la defensa; y el refuerzo de la gobernanza mediante órganos de participación de stakeholders industriales.

No obstante, preocupa la falta de claridad en el diseño de la nueva estructura; los recortes a partidas tradicionales que son pilar de la cohesión entre los países de la Unión Europea (como las políticas agrícola y pesquera comunes); la creación de planes nacionales que ponen en riesgo el sistema de gobernanza actual; y la inclusión de nuevos recursos propios que incrementan la presión fiscal sobre las empresas, a lo que CEOE se opone firmemente.

Fondo Europeo de Competitividad y política de cohesión

CEOE valora positivamente la creación del Fondo Europeo de Competitividad (EFC, por sus siglas en inglés) como instrumento clave para reducir las carencias de la Unión Europea en innovación y capacidad industrial, y que ha de cubrir íntegramente el ciclo de inversión.

Para garantizar su eficacia, el diseño del ECF debe priorizar la calidad sobre la absorción y asegurar la participación de las pymes. Asimismo, será necesario establecer una gobernanza clara y estable con implicación significativa de la industria.

Respecto a la política de Cohesión, como elemento troncal para el equilibrio territorial, debe contar con recursos suficientes y estables para afrontar la doble transición, la resiliencia económica y los riesgos a la convergencia. En este sentido, CEOE rechaza cualquier intento de recentralización en la gestión de los fondos de cohesión y considera que la introducción de los Planes Nacionales y Regionales de Asociación no reflejaría las necesidades regionales y pondría en riesgo la gestión compartida.

A este respecto, insistimos en que las regiones son actores fundamentales para la competitividad territorial. Además, están mejor situadas para apoyar al tejido empresarial y adaptar las inversiones a las necesidades locales.

Por último, también preocupa la reducción del volumen dedicado a pilares tradicionales como la PAC o la política pesquera común, con recortes del 22% y 67% respectivamente, a pesar de su importancia para la economía española y la industria agroalimentaria que sustentan la cadena de valor y la cohesión territorial, contradiciendo el objetivo de asegurar la soberanía alimentaria de la UE.

Conectar Europa

CEOE valora positivamente el volumen asignado al Mecanismo Conectar Europa, considerando el coste real de las necesidades de inversión. En este apartado se debe poner el foco puesto en infraestructuras críticas para la Unión, ya que es fundamental avanzar lo antes posible en la finalización de la red básica y ampliada de la Red Transeuropea de Transporte, incluyendo la adaptación de segmentos a la movilidad militar, y en la reivindicación del agua como recurso industrial crítico.

Evitar aumentar la presión fiscal

Por otro lado, CEOE se opone firmemente a la inclusión de nuevos recursos propios que impliquen un aumento de la presión fiscal para las empresas, como es el caso del Recurso Corporativo Europeo (CORE). Este impuesto, que afectaría a empresas con una facturación anual superior a 100 millones de euros -sin diferenciar entre facturación y beneficio-, podría desincentivar la inversión y erosionar el atractivo europeo en un contexto de pérdida de competitividad global.

Igualmente, los ingresos provenientes del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) y del Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) deben reinvertirse en la descarbonización industrial y no tratarse como recursos presupuestarios generales.

Reforzar la autonomía estratégica y la transición industrial

CEOE considera imperativo que los instrumentos del próximo MFP en España se centren en reducir riesgos y promover proyectos de alto impacto que refuercen la autonomía estratégica y la transición industrial.

Con el objetivo de alcanzar una mayor absorción de fondos, es necesario aplicar las lecciones aprendidas de la ejecución de los fondos NextGenerationEU en España, y específicamente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español, entre ellas aumentar y mejorar la colaboración público-privada; una mayor simplificación administrativa; una mayor información y acompañamiento al sector empresarial, especialmente a las pymes; y una mayor transparencia en la gobernanza.

Por último, CEOE considera fundamental que la negociación del próximo MFP no se alargue innecesariamente ni cause divisiones dolorosas entre los Estados miembros. En este sentido, acoge con satisfacción la agilidad de los debates que están teniendo lugar en el Parlamento y la priorización por parte de las presidencias danesa y chipriota del Consejo, esperando que se puedan cerrar acuerdos relevantes antes de 2027.