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Fecha
16 Oct 2020

El presidente de CEOE destacó la importancia de las Infraestructuras físicas, digitales y humanas para el futuro de América Latina

En la Conferencia CAF 2020, organizada en colaboración con CEOE y Casa de América, bajo el lema “Relaciones Europa-América Latina, una alianza para la recuperación económica”.

Intervinieron en la jornada autoridades y altos representantes de instituciones, organizaciones empresariales y empresas de ambas regiones.

El acto se dividió en dos paneles, uno sobre la visión birregional para la recuperación económica tras la pandemia del Covid-19, y otro sobre la inversión en infraestructura física y digital como motor para la recuperación en la Región.

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El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, destacó la importancia de las infraestructuras físicas, digitales y humanas en la etapa post-Covid, durante la conferencia virtual CAF 2020, celebrada bajo el lema “Relaciones Europa-América Latina, una alianza para la recuperación económica”. En el acto, inaugurado por el presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza y la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa de España, Ana de la Cueva, intervinieron destacadas autoridades y altos representantes de instituciones, organizaciones empresariales y empresas de ambas regiones. El encuentro, organizado por CAF, en colaboración con CEOE y Casa de América, se dividió en dos paneles, que abordaron, por un lado, la visión birregional para la recuperación económica tras la pandemia del Covid-19; y por otro, la inversión en infraestructura física y digital como motor para la recuperación en la Región.

Participaron en la jornada la secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan; los ministros de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche, y de Ecuador, Mauricio Pozo; la secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa de España, Ana de la Cueva; la Comisaria Europea de Asociaciones Internacionales; Jutta Urpilainen; el presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza; representante en Europa del Banco, José Antonio García Belaunde; el vicepresidente de Infraestructura de CAF, Antonio Silveira; la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Emma Navarro; el director general de CEOE Internacional y secretario permanente de CEIB, Narciso Casado; la directora ejecutiva de ProPanamá, Carmen Gisela Vergara; el director general de Casa de América, Antonio Pérez-Hernández; el vicepresidente senior de Asuntos Públicos de Alstom, Philippe Delleur; el CEO de Infraestructuras de Acciona; Luis Castilla; y la corresponsal de Economía Internacional de El País, Alicia González.

 

Infraestructuras, formación, colaboración público-privada y sostenibilidad

El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, destacó en su intervención la importancia de la infraestructura física y la digital; pero, ante todo, las mejores infraestructuras de las que dispone un país, que son las personas y el diálogo social. Para el futuro de América Latina en la era post-Covid apostó por la unidad de acción, la libertad de mercado, el multilateralismo y la colaboración público-privada. Aseguró, además, que “la digitalización es globalización y necesita ir acompañada tanto de innovación como de formación, ambos factores fundamentales para alcanzar las metas que nos marcamos”. Otra de las prioridades, que se convertirá en un hito del siglo XXI, subrayó, es la sostenibilidad, que tuvo su origen en la energía y la economía circular; y que también dependerá de otro elemento indispensable, la industria, que es el motor que empuja al resto de la economía. Estos retos a los que tiene que hacer frente América Latina, puntualizó, se deben ver también como oportunidades para encarar la recuperación económica, “no son retos de unos pocos, sino de todos en conjunto, por eso debemos superarlos juntos”. Por eso, añadió, para avanzar en estos ámbitos, la labor de CAF es clave, especialmente para prestar apoyo a las pymes, que son el núcleo de las economías; y aseguró que el Banco de Desarrollo de América Latina es un socio estratégico del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y de CEOE desde hace años.

Garamendi hizo una serie de recomendaciones, en modo de hoja de ruta a seguir, para lograr el progreso en Iberoamérica. Apostó por la seguridad jurídica, para generar credibilidad y atraer inversiones; por el consenso y el diálogo social, para llegar a acuerdos; por un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios; y por la colaboración público-privada, para mejorar la eficiencia y la calidad en la prestación de servicios públicos, tanto en el ámbito de la educación y la sanidad, como en el de infraestructuras. Asimismo, consideró fundamental la conservación del tejido productivo, a través de medidas que ya están funcionando, como las líneas de avales o los ERTEs; la reindustrialización para generar un empleo de calidad y mejor remunerado; la innovación y la digitalización del tejido productivo, de las pymes y las administraciones públicas; y la igualdad de oportunidades y el crecimiento inclusivo, a través de la formación y la educación. “Este partido lo vamos a ganar entre todos, pero hay que jugar partido a partido”, sentenció.

 

Europa, un socio estratégico

El presidente ejecutivo de CAF, Luis Carranza, puso de relieve la necesidad de forjar alianzas estratégicas con la Unión Europea. En este sentido, destacó las excelentes relaciones que mantiene con el Banco con España desde hace más de 18 años, no sólo en la intensa colaboración público-privada que mantiene en el ámbito de las infraestructuras, sino también por el apoyo que se ha podido canalizar en la Región a través de distintos instrumentos en sectores como la innovación, el agua, la agroindustria, y el reto común que comparten para ayudar a las pymes y para desarrollar un verdadero entramado industrial que permita establecer una cadena de valor regional.

La secretaria de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa de España, Ana de la Cueva, abogó por fomentar el crecimiento de una economía sostenible en América Latina, que no será posible sin las infraestructuras como elemento vertebrador. Para hacer esto posible, “es indispensable reforzar el multilateralismo si queremos salir de la crisis”. Destacó, además, el papel de los bancos para movilizar recursos sin precedentes que puedan ayudar a los países, y la importancia de combinar esfuerzos del sector público y privado para salir unidos de esta situación. Subrayó también la necesidad de establecer una cooperación regional y bilateral más eficaz. “Una crisis global requiere respuestas globales”, aseguró.

 

Hacia la recuperación económica tras la pandemia: una visión birregional

La secretaria general Iberoamericana, Rebeca Grynspan, intervino en el primer panel de la jornada, moderado por la corresponsal de Economía Internacional de El País, Alicia González. En el transcurso del mismo, aseguró que las condiciones estructurales pre-Covid han interactuado con la pandemia, y han acentuado las brechas preexistentes. Consideró, además, que la salida de esta crisis va a ser desigual dependiendo de las regiones y, en el caso de América Latina, ésta no puede salir sola de esta delicada situación, necesitará la ayuda de los organismos financieros multilaterales e instó al G20 a manifestarse en pro de la Región. Europa tiene que ser un socio fundamental para ayudar a América Latina a salir de esta crisis, ya que, al carecer de las herramientas necesarias, su recuperación será más lenta.

Los ministros de Economía y Finanzas de Ecuador, Mauricio Pozo y de Uruguay, Azucena Arbeleche; así como la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Emma Navarro, pusieron de relieve que América Latina no podrá encarar la recuperación en la Región sin el apoyo de la comunidad internacional y de los organismos financieros. “El papel de lo multilateral y de la cooperación es crucial para avanzar en el contexto de la pandemia”, subrayaron.

 

La inversión en infraestructura física y digital, motor para la recuperación económica

El secretario permanente de CEIB y director general de CEOE Internacional, Narciso Casado, presentó el segundo panel de la jornada sobre la importancia de las infraestructuras físicas y digitales, ya que son el motor de la recuperación en la Región. En este sentido, aseguró que las infraestructuras son un elemento dinamizador del crecimiento económico, a través de la mejora de la productividad y como consolidación del desarrollo social, mediante la reducción de la pobreza y el fomento de la clase media. “En América Latina hay una gran necesidad de inversión que nos permite fomentar la equidad, el desarrollo de los entornos de las ciudades, el desarrollo social y educativo y el desarrollo institucional”, consideró. El concepto de infraestructura física como tal, informó, surgió en la última Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebró en La Antigua, Guatemala, en 2018, y en la que se reconocía que la infraestructura de transporte en América Latina mostraba un retraso general en relación con las necesidades actuales y futuras, especialmente comparándolo con otras regiones con rentas similares. El desarrollo en Latinoamérica, en su opinión, se ve fuertemente afectado por la falta de inversión en infraestructura, y por ello, los esfuerzos que en este sentido realicen los gobiernos y organismos multilaterales de financiación, serán fundamentales especialmente en la etapa post-Covid.

Por lo que se refiere a la innovación y la transformación digital, aseguró que ambos factores son básicos para hacer frente a la recuperación, no basta con las infraestructuras físicas. Casado resaltó que la digitalización no es una opción, sino absolutamente necesaria y ha llegado para quedarse. Además, puntualizó, facilita las oportunidades de interacción, de reinvención de los sistemas, protocolos de trabajo y relaciones profesionales. “Iberoamérica tiene en la transformación digital una enorme oportunidad para mejorar su productividad, siendo este uno de los grandes retos de las empresas en la Región”, insistió. Por otro, apostó por una transformación digital inclusiva, tener acceso a la tecnología es clave para hacer frente a las brechas productivas. El emprendimiento, la educación y la innovación son tres pilares indiscutibles para acometer el reto de la transformación, al que habría que sumar la habilidad de la colaboración; y la interrelación entre la inversión, la innovación y la productividad, es la fórmula más adecuada para el desarrollo iberoamericano, concluyó.

 

Planificación e infraestructuras sostenibles

El vicepresidente de Infraestructura de CAF, Antonio Silveira, aseguró que, de cara la recuperación económica a través de las infraestructuras, hay que analizarlo de manera estratégica, viendo las acciones que son necesarias en el corto plazo y desarrollando una planificación adecuada y un esquema de financiación sostenida al largo plazo. Se necesitan esquemas sencillos que puedan movilizar la población y generar ingresos de inmediato. Habría que realizar, explicó, programas de mantenimiento, de rápida ejecución, proyectos de movilidad integrados, y generar la capacidad digital que pasa por la infraestructura y por el capital humano. En este sentido, aseguró que, según el FMI, se generan 40.000 empleos cada 1.000 millones de dólares.

La directora ejecutiva de ProPanamá, por su parte, informó acerca de los proyectos que se están llevando a cabo en la zona, e informó de que Centroamérica está apostando por la construcción de carreteras, trenes, plantas de tratamiento de aguas o plantas de energía. La región contempla el desarrollo de infraestructura, subrayó, no sólo a corto plazo, sino también mirando hacia el futuro, en aras de que ésta influya en mejorar la competitividad y la productividad a nivel regional. Este ámbito es uno de los más importantes para el gobierno de Panamá, explicó, y se ha desarrollado un plan nacional que se centra en dos pilares: la construcción y la atracción de inversión extranjera directa. El sector de las infraestructuras es esencial para promover el comercio y el turismo, que se han visto muy afectados a raíz de la pandemia, manifestó.

El CEO de Infraestructura de ACCIONA, Luis Castilla, a su vez, recomendó no paralizar las actividades de ejecución y de mantenimiento de infraestructura, ya que serán fundamentales para la rapidez del retorno en la sociedad. Después del shock inicial, indicó, los proyectos de infraestructura han demostrado que son capaces de convivir con la pandemia, siempre que haya una buena colaboración entre el sector público y privado, se proteja a los trabajadores y la actividad se puede mantener. Las actividades bien organizadas se pueden complementar, añadió. Asimismo, instó a los presentes a hacer una profunda reflexión sobre los modelos contractuales que tenemos en estos momentos, ya que la mayoría arrancaron con modelos legales del siglo XX, incluso del siglo XIX. “Para retornos más rápidos, se necesitan entornos más rápidos y flexibles para que todo funcione mejor”, aseguró. Además, la planificación y el desarrollo de infraestructuras sostenibles son fundamentales para la salida de la crisis, concluyó.

El vicepresidente de Asuntos Públicos de Alstom, Phillippe Delleur, se mostró convencido de que la crisis ha presentado una gran oportunidad para ser optimistas, gracias al dinero que se ha destinado a los planes de recuperación los bancos de desarrollo han demostrado tener un papel muy importante. “Es un momento fantástico para acelerar la sostenibilidad, especialmente en el sector de la movilidad”, aseveró. Delleur apostó también por respaldarse con tecnología que venga de Latinoamérica, a través de proyectos que la engloben la tecnología, incorporándola en la manera de licitar los proyectos. “La continuidad es clave en el éxito de los proyectos”, subrayó. En este sentido, destacó la importancia de la movilidad, el transporte está llegando muy tarde y se tiene que acelerar. Otro factor prioritario a tener en cuenta, insistió, es la seguridad jurídica para las inversiones, hay que generar condiciones favorables para el comercio y la inversión. Para ello, abogó por seguir los marcos legales internacionales, lograr mantener una continuidad en los proyectos, promover las tecnologías verdes y dar ventaja a estas tecnologías. 

 

Infraestructura humana y diálogo social

Para concluir este último panel, el secretario permanente de CEIB, Narciso Casado, destacó la importancia de otras infraestructuras como la humana, que es aquella que se orienta hacia las personas, los ciudadanos, y muy especialmente hacia los jóvenes, que son el futuro de Iberoamérica, además de ser la generación mejor formada que hemos tenido, consideró. En este sentido, destacó la formación, la capacitación, la educación y sobre todo la retención de talento. Y otra de las infraestructuras que mencionó, y a la que ya hizo referencia el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, es el diálogo social, que constituye la mejor infraestructura de un país.

A modo de cierre, el representante de CAF en Europa, José Antonio García Belaunde, coincidió con otros ponentes al señalar que los efectos del Covid los estamos sufriendo todos, y las ganancias de estos años en América Latina se pueden convertir en pérdidas. Por este motivo, aseguró que, para seguir adelante y no frenar el progreso, hay que potenciar la integración y la inclusión, y esto no se puede lograr sin el necesario desarrollo de las infraestructuras, no sólo las físicas, sino también las digitales. Belaunde mencionó que el Banco tiene numerosos proyectos previstos para poner en marcha en la Región, pero no se podrán llevar a cabo sin el apoyo incondicional de Europa.

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