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Fecha
26 Sep 2018

Los empresarios de Valladolid respaldan a Antonio Garamendi en las elecciones a la presidencia de CEOE

El Comité Ejecutivo de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) mantuvo ayer un encuentro con el presidente de CEPYME y candidato a la presidencia de CEOE, Antonio Garamendi.

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En un comunicado, la CVE señala que, “como ya hiciera en las elecciones de 2014 debido a las manifestaciones públicas de Garamendi de apuesta por las bases de la Organización, vuelve a trasladar su apoyo y confianza a Antonio Garamendi en este proceso electoral, por ser un candidato comprometido con CEOE, perfectamente conocedor de la organización por su condición de presidente de CEPYME y Vicepresidente de CEOE, y por la confianza que transmite la buena labor que ha realizado al frente de CEPYME”.

Durante el encuentro, los integrantes del Comité Ejecutivo de CVE expusieron a Garamendi su opinión sobre la actualización que debería introducir CEOE. En concreto, “una organización que apueste por las bases a través de un modelo de ‘abajo hacia arriba’ que escuche y tenga en consideración a las organizaciones territoriales que son quienes están más pegadas al empresario y por lo tanto conocen su día a día y los problemas a los que tienen que hacer frente, al tiempo de considerar necesario que CEOE de un respaldo más decisivo a las reivindicaciones de las pequeñas y medianas empresas”.

En este sentido, la presidenta Ángela de Miguel se refirió a la rebaja de la presión fiscal sobre el trabajo, tener en consideración a las PYMES en la negociación de los AENC y apostar por una mayor flexibilidad interna en las empresas. Con esa rebaja en la presión fiscal sobre el trabajo, es decir con una reducción en las cotizaciones sociales, se ayudaría a evitar y prevenir la economía sumergida, según la CVE.

Además, considera prioritario avanzar en la reforma de los mercados de trabajo apostando por la simplificación, calidad y eficiencia del marco jurídico de manera que se favorezca la adaptación de empresas y trabajadores al cambio siendo un motor para incrementar la competitividad; eliminar las trabas para que las empresas ganen en dimensión y así poder mejorar su competitividad en un mercado global; facilitar el relevo generacional y apostar por la formación de forma firme y decidida por la formación.

La CVE entiende que es necesario respetar el principio de ‘pensar en pequeño’ para tener efectos positivos sobre las pequeñas empresas; una armonización regulatoria en el territorio nacional; reducir las cargas administrativas y apostar por los autónomos con una legislación favorecedora y estable para ellos.