Se presenta el informe Dinámicas del Desarrollo de África, de la OCDE y de la UA

África necesita estrategias de desarrollo más coherentes y que den prioridad a la mejora de las políticas públicas para hacer frente a los desafíos de crecimiento, de empleo y a las desigualdades provocadas por el notable crecimiento del continente, según la primera edición de este nuevo informe conjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE y de la Comisión de la Unión Africana (CUA).

Dinámicas del Desarrollo de África 2018, el primer informe económico anual de la Comisión de la Unión Africana desde su creación en 1963, se publicó hace unos meses y hoy el Director del Centro de Desarrollo de la OCDE, Mario Pezzini, lo presentó ayer en Madrid en la sede de CEOE, en un acto que contó con la presencia de Marta Blanco, Presidenta de CEOE Internacional; José Segura, Director General de Casa África; Cristina Serrano, Directora de Relaciones Económicas Internacionales, y Raimundo Robredo, Director General de África -ambos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación -; y Paulo da Silva, Decano del Grupo de Embajadores Africanos acreditados en España, y que clausuró Manuel Escudero, Representante Permanente de España ante la OCDE y actual Presidente de la Junta de Gobierno del Centro de Desarrollo de la OCDE.

En el acto de inauguración, Marta Blanco destacó la extraordinaria relación que CEOE mantiene con Casa Africa y la importancia que tiene para la CEOE, desde hace mucho tiempo, el continente africano. En ese sentido, señaló el papel que desarrollan las más de 1.600 empresa españolas en ese continente, una presencia no muy numerosa pero que tiene afán de elemento tractor para que en los próximos años  aumente su número considerablemente.

Indicó también el destacable papel de las mujeres en la actividad económica y social y que actos como el de hoy ayudarán a aumentar el conocimiento y la visión estratégica a medio y largo plazo. Por último, subrayó que en Africa hay un número relevante de países que tienen un 5% de crecimiento y que de los 10 países del mundo con un mayor crecimiento están 6 africanos.

Por otro lado, el informe concluye que una tendencia favorable de los precios de los productos básicos, una fuerte demanda interna, el progreso en la aplicación de políticas macroeconómicas y estrategias para diversificar las economías nacionales han sido los principales impulsores del reciente crecimiento del continente, que se prevé que alcance el 4% anual entre 2018 y 2020. La decisión de algunos países de aumentar la inversión en infraestructuras y el creciente número de asociaciones comerciales -con China, la India y otros países emergentes- también han resultado acertadas.

Desde principios de siglo, África ha ocupado el segundo lugar después de Asia en la clasificación de las regiones de mayor crecimiento del mundo, con un crecimiento medio anual del producto interior bruto (PIB) del 4,7% entre 2000 y 2017. Sin embargo, este nivel de crecimiento ha sido insuficiente para desencadenar cambios fundamentales. El informe se centra en el "crecimiento, el empleo y las desigualdades" y destaca la importancia de acelerar la transformación estructural de las economías africanas. El crecimiento sigue siendo desigual; entre 2016 y 2020, sólo tres de los 55 países del continente deberían alcanzar el objetivo de crecimiento medio anual de más del 7% establecido en el Programa 2063 de la Unión Africana.

Además, este crecimiento no ha creado suficientes puestos de trabajo decentes, ya que, actualmente, 282 millones de personas trabajan en empleos inestables. Al ritmo actual, el 66% de los puestos de trabajo seguirán estando inseguros en 2022, una cifra muy superior al 41% previsto para 2023. A su vez, la población de África está aumentando rápidamente: una cuarta parte de la población mundial será africana en 2050. El informe también llama la atención sobre la necesidad de aumentar la productividad. Las empresas africanas estar por detrás del resto del mundo en sectores con un alto potencial de creación de empleo, como la agroindustria, la construcción, la manufactura ligera y los servicios logísticos.

Asimismo, el crecimiento en África tiene menos impacto que en otras partes del mundo en la reducción de las desigualdades y en la mejora del bienestar. Si el coeficiente de Gini del continente hubiera caído siete puntos más, hasta 35 -el mismo nivel que en Asia-, el crecimiento habría sacado de la pobreza a otros 130 millones de personas entre 1990 y 2016. A pesar de que se ha reducido, la pobreza extrema sigue afectando al 35% de la población africana, es decir, a 395 millones de personas.

El informe también revela los resultados desiguales de las diferentes regiones africanas en términos de crecimiento, empleo y desigualdades:

- África Oriental ha disfrutado de un crecimiento económico más fuerte y resistente que el de las demás regiones, de más del 4% anual desde 1990, gracias a una economía más diversificada.

- En África Central, el número de puestos de trabajo en la economía formal ha venido disminuyendo desde 2015.

- África oriental y occidental lograron reducir la pobreza extrema en 23 y 12 puntos porcentuales, respectivamente, entre 1990 y 2013.

- La desigualdad en África es más prevalente en el África meridional, que, en términos de ingresos, contiene seis de los diez países más desiguales del mundo.

El informe subraya que las políticas públicas son la clave para mejorar los resultados en materia de crecimiento, empleo y desigualdades. Las estrategias nacionales son más eficaces cuando fomentan una buena coordinación intersectorial de la acción gubernamental, una participación activa de los agentes económicos y los ciudadanos y tienen en cuenta un enfoque regional del desarrollo.

En el acto de presentación, el Director General de Casa África, José Segura, destacó la importancia de que el empresariado español acceda a este tipo de informes macroeconómicos “como la mejor forma de derribar estereotipos”. Además, en el caso de este informe, destacó que se ha elaborado conjuntamente con la Comisión de la Unión Africana, algo de vital importancia para conocer cómo los africanos realizan sus propios diagnósticos y apuntan a las soluciones necesarias para responder a este gran reto del que habla el informe: la creación de empleo de calidad como apuesta para acabar con las desigualdades.