Panamá, relaciones económicas bilaterales y oportunidades para las empresas españolas

Panamá es el país de Centroamérica con mayor renta per cápita y dinamismo económico. Situado en un enclave de importancia estratégica para el comercio global, su territorio permite comunicar los océanos Atlántico y Pacífico a través del canal abierto en el istmo que separa a América en dos grandes subcontinentes y evita dar la vuelta completa por el Cabo de Hornos. Para los Estados Unidos, la primera economía del mundo y promotor de su construcción, el Canal es el paso obligado por el que transita gran parte del flujo de mercancías entre las costas Este y Oeste. Se trata por tanto de una infraestructura vital para la economía norteamericana y para la panameña, tanto por los ingresos que aporta al país el tráfico de buques como por la actividad generada en torno a su funcionamiento y operativa. La reciente ampliación del Canal amplía todavía más su potencial económico, permitiendo duplicar el tráfico de buques y facilitar el tránsito de barcos de mayor calado.

Panamá dispone de  una extensión algo superior a los 75.500 km2 y una población de más de 4,2 millones de habitantes, caracterizada por una gran diversidad étnica y una demografía joven, ya que casi el 50% de la población tiene menos de 30 años. Es un mercado relativamente pequeño en el que más de la mitad de los consumidores se concentran en el área metropolitana de Ciudad de Panamá, la capital administrativa y el principal centro económico del país, donde se concentra el 80% de la producción nacional. El dólar es la principal moneda utilizada en las transacciones económicas, mientras que la divisa nacional, el balboa, con un valor equivalente, tiene un uso más limitado.

En los últimos años, la economía panameña registró un crecimiento medio del 5,4% (FMI) y en el primer trimestre de 2024, el incremento del PIB se situó en el 1,7% respecto al mismo período del año previo, según datos del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá. Los principales motores económicos son la distribución comercial (19,8% del PIB), la logística (13,8%), la construcción (13,2%) y el financiero (6,3%). El peso de los dos primeros sectores está vinculado directamente con la actividad del Canal de Panamá, principal impulsor de la economía nacional, y de la Zona Libre de Colón. Recientemente, la actividad en el sector minero ha cobrado un mayor protagonismo a causa de la explotación del cobre, mineral que se ha convertido en el principal producto exportado. En 2022, la minería alcanzó el 7,5% del PIB, atrayendo inversiones extranjeras y generando numerosos empleos.

A nivel comercial e inversor, Panamá es un país abierto. No existen limitaciones ni a la inversión extranjera ni a la repatriación de los beneficios y la legislación panameña no plantea apenas trabas para la fusión con entidades extranjeras y la escisión o redomiciliación. En cuanto a la industria, la escasa producción local hace muy dependiente a esta economía de la importación de las mercancías que no elabora, de manera que la demanda nacional debe ser atendida fundamentalmente por empresas extranjeras. No obstante, existen algunas restricciones de carácter proteccionista en forma de aranceles y cuotas a las importaciones de determinados productos considerados sensibles, como los agropecuarios. En lo que respecta a los productos exportados desde España, hay que destacar que se pueden acoger al Acuerdo de Asociación entre la UE y Panamá, que permite reducciones arancelarias para una amplia gama de productos. Por otro lado, aunque las importaciones están sujetas al impuesto sobre la transferencia de bienes y servicios, que afecta a la transferencia de bienes muebles, a semejanza de nuestro IVA, existen ciertos productos exentos, como los alimentos, medicamentos, bienes inmuebles, compraventa de valores, los servicios de salud y el transporte público, así como las exportaciones realizadas desde la Zona Libre de Colón, centro de distribución de relevancia internacional.

En panamá existen regímenes fiscales incentivadores que afectan a varias zonas económicas especiales, como la Zona Económica Especial Panamá Pacífico, la mencionada Zona Libre de Colón y la Zona Especial de Barú, centrada en la agroindustria y la explotación del petróleo, o la Zona Franca Turística y de Apoyo Logístico Multimodal de Barú. Todas ellas ofrecen ventajas fiscales para promover la actividad empresarial.

Comercio bilateral

España es uno de los principales proveedores e inversores de Panamá. En la actualidad, ocupa el séptimo puesto como país proveedor y el sexto como inversor en términos de stock. En 2022, nuestro país fue el décimo cliente de las exportaciones de Panamá. En la pasada década, España fue el primer país en adjudicación de proyectos públicos licitados en Panamá, contribuyendo al desarrollo de su economía a través de numerosos proyectos de infraestructuras de transporte, agua, energía, te­lecomunicaciones y servicios ejecutados por  empresas españolas. No obstante, aunque estos proyectos han centrado los intereses económicos de España en Panamá en los últimos años, la reciente disminución de la inversión pública, en buena medida debido a las consecuencias económicas de la pandemia, ha provocado un reajuste de los proyectos.

Según datos de ICEX, los sectores exportados más destacados fueron productos industriales y tecnología (93%), bienes de consumo (4%), agroalimentarios (2%) y bebidas (1%). En el capítulo de productos industriales, la industria química acumula el 92% del total. En 2023, el volumen de las ventas españolas a dicho mercado superó los 2.469 millones de euros, frente a los 596 millones registrados en el ejercicio anterior. La exportación de productos de química orgánica protagonizó esta subida interanual. Del lado panameño, las importaciones dirigidas al mercado español en 2023 llegaron a los 239,7 millones de euros, siendo Panamá el proveedor número 84 de España. Esta cifra supone un descenso del 19% respecto al año anterior.

Respecto a la inversión, según datos de ICEX, los flujos de inversión bruta española alcanzaron los 3,22 millones de euros en 2023, centrados en los servicios financieros y las actividades de consultoría de gestión empresarial, que contrastan con los 42,87 millones registrados en 2022, vinculadas a actividades de almacenamiento y transporte. Esto supone una caída del -90,34%. La inversión española se ha ido reduciendo desde 2021 (172 millones de euros) y cambiando su estructura. Los datos más recientes muestran que el stock de inversión española en Panamá fue de 1.528 millones de euros en 2021, frente a los 1.774 millones de 2020. Panamá constituye el segundo destino de las inversiones españolas en Centroamérica y Caribe, tras República Dominicana. Por sectores, energía eléctrica (22%), servicios financieros (20%), seguros, reaseguro y fondos pensiones (13%) y fabricación de productos minerales no metálicos (9%) concentran más de la mitad de la inversión.

Oportunidades en Panamá

Debido a la limitada presencia de actividad industrial en Panamá, existen oportunidades de negocio para las empresas exportadoras españolas en todos aquellos sectores que fabrican productos que la escasa industria panameña no puede elaborar para satisfacer la demanda interna. No obstante, estas oportunidades están condicionadas a las limitaciones del tamaño del mercado panameño, a la baja especialización de los importadores, a una distribución muy concentrada en muchos sectores, factores que limitan las posibilidades de entrada de nuevos productos.

Hay oportunidades en sectores como maquinaria de transporte y elevación, equipos y componentes mecánicos, maquinaria y material eléctrico, productos farmacéuticos y químicos, perfumería y cosmética, mientras que las posibilidades de los productos agroalimentarios ofrecen oportunidades más limitadas debido a las altas tasas arancelarias que recaen sobre todo en los productos frescos, aunque en menor medida sobre los procesados. También hay posibilidades en medicamentos y sector sanitario en general, donde el sector público es el principal comprador.

Por otro lado, Panamá es el centro para la instalación de cinco cables submarinos de fibra óptica, que convierten al país en un enclave estratégico de telecomunicaciones capaz de ofrecer una conectividad privilegiada entre el norte y el sur del continente americano y otras regiones del mundo, de modo que es un emplazamiento con ventajas para compañías de este ámbito productivo. Por otro lado, al ser uno de los centros logísticos internacionales más importantes existen oportunidades de inversión en el sector de almacenamiento y distribución de carga de mercancías para el tráfico mundial. La logística, los servicios financieros y el turismo son también sectores con interesantes oportunidades comerciales y de inversión en Panamá para las empresas españolas.

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