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Fecha
05 Nov 2018

Paréntesis de cierto dinamismo en el menor impulso de la recuperación laboral

Los datos hechos públicos hoy por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ponen de manifiesto que el paro registrado aumenta en octubre por tercer mes consecutivo, lo que debe valorarse teniendo en cuenta que octubre es un mes tradicionalmente negativo para el empleo.

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De este modo, el número de desempleados sube en el mes de octubre en 52.195 personas, hasta los 3.254.703 desempleados, aunque estamos en los niveles más bajos de los últimos nueve años. Resulta alentador que sea el segundo menor incremento en un mes de octubre desde 2008, por detrás del producido en octubre de 2016 en que creció en 44.685 desempleados. Por otro lado, en términos desestacionalizados el paro se reduce en 27.483 personas.

Por lo que respecta a contratación, en octubre el número total de contratos registrados experimenta un aumento, sobre el mismo mes del año anterior, del 10,40% -211.269 contratos más-. Se alcanzan así 2.243.453 contratos registrados en dicho mes.

Contratos indefinidos

En octubre se suscriben 242.324 contratos indefinidos, lo que supone un 10,80% del total de los registrados en el mes e implica un incremento del peso de la contratación indefinida sobre el total de la contratación, respecto a la situación en meses precedentes, aunque es inferior al alcanzado en septiembre (11,92%).

Resulta igualmente positivo el incremento en 39.782 contratos indefinidos sobre el mismo mes de 2017, el 19,64% más, porcentaje que se eleva hasta el 20,82% en los indefinidos a tiempo completo.

Conclusiones

Las cifras de paro, contratación y afiliación a la Seguridad Social, suponen un paréntesis de cierto dinamismo en el menor impulso de la recuperación del mercado laboral, acompasado con la moderación que viene registrando el crecimiento de la actividad económica.

No obstante, CEOE insiste en la importancia de una estabilidad económica, social, política e institucional que genere un clima de confianza capaz de consolidar y reforzar el proceso de recuperación y creación de empleo.

Además, dado que las cifras de paro siguen siendo elevadas, resulta prioritario ahondar en las reformas estructurales que contribuyan a mejorar la competitividad de las empresas españolas y su capacidad de adaptación al ciclo económico y a la realidad cambiante, a la mejora del marco normativo y a la recuperación del empleo de forma sostenida.

El diálogo y la concertación social, que deben continuar siendo las señas de identidad de nuestro sistema de relaciones laborales, han de servir de base para acometer dichas reformas, con el fin de facilitar su eficacia y puesta en marcha.